Es posible que vivir en casa con tus padres no sea la situación de tus sueños, pero podría ser tu decisión más inteligente. Más de la mitad de los estadounidenses de entre 18 y 29 años ahora viven con uno o ambos padres. Esta forma de vida se ha convertido en la más común entre los adultos jóvenes por primera vez desde la Gran Depresión, según el Centro de Investigación Pew.
Si estás entre ellos, no te estás quedando atrás. Estás aprovechando una oportunidad. Vivir con tus padres, cuando se aborda con un propósito, puede ayudarte a eliminar deudas, acumular ahorros, desarrollar habilidades para la vida y hacer la transición a la independencia financiera según tus propias condiciones.
A continuación, le indicamos cómo aprovechar al máximo esta situación única. Ya sea que estés trabajando, estudiando o pensando en tu próxima mudanza, el tiempo que pases viviendo en casa puede hacerte perder años, si planificas con anticipación y mantienes la intención de hacerlo.
El alquiler es caro. También lo son los servicios públicos, los alimentos, Internet y la gasolina. El costo mensual de vivir por su cuenta puede superar rápidamente sus ingresos, especialmente si acaba de comenzar su carrera profesional o aún está terminando la escuela.
Vivir en casa puede reducir significativamente sus gastos. Y si bien puede parecer que estás poniendo tu vida en suspenso, en realidad te estás dando espacio para seguir adelante sin caer en las trampas financieras comunes.
En lugar de pagar el alquiler, puedes:
La clave no es solo evitar gastos, sino aprovechar la oportunidad para planificar, actuar y crecer.
Volver a vivir no significa quedarse estancado. Es una oportunidad para reiniciarse, reagruparse y prepararse para enfrentarse al mundo con más confianza. Aproveche este tiempo para reflexionar sobre el tipo de futuro que desea, tanto en términos de su carrera como del tipo de entorno en el que desea vivir.
Muchos adultos jóvenes que han decidido quedarse en casa por ahora también están creando hábitos que les serán útiles en la edad adulta. Observe las tendencias de la economía, manténgase informado y comience a planificar, no solo cuándo se mudará, sino también cómo prosperará una vez que lo haga.
Uno de los pasos más importantes para una situación de vida exitosa es establecer límites. Ya eres un adulto y deberías vivir como tal, incluso en la casa de tus padres.
Estas son algunas preguntas importantes que debe formular y responder:
Anota los acuerdos si es necesario. Mantén las cosas flexibles, pero sé claras. Establecer límites evita confusiones y facilita la vida diaria para todos los involucrados.
El respeto funciona en ambos sentidos. Tu familia debe respetar tu independencia y tus objetivos, y tú debes respetar sus rutinas y expectativas.
Un número creciente de estadounidenses vive en hogares multigeneracionales. Se trata de hogares en los que viven juntos más de dos generaciones de miembros de la familia. Según el Centro de Investigación Pew, esta tendencia ha ido en aumento durante décadas y no muestra signos de desaceleración.
En estos hogares, las responsabilidades suelen compartirse. Los gastos se dividen. El apoyo emocional está más fácilmente disponible. Los abuelos pueden ayudar a criar a los niños. Los hijos adultos pueden ayudar a los padres de edad avanzada. No se trata solo de ahorrar dinero, sino de crear una comunidad y un cuidado mutuo.
Si forma parte de un hogar multigeneracional, aprovéchelo al máximo. Aprenda de sus familiares mayores. Ayude cuando sea necesario. Usa la estructura para fomentar la disciplina y la paciencia. Estos hogares funcionan mejor cuando todos contribuyen de una manera que se ajuste a sus habilidades, horarios y objetivos.
Evitar el alquiler es útil. Sin embargo, a menos que tengas una meta clara, tus ahorros pueden desaparecer sin que te des cuenta. Haga que su dinero valga la pena estableciendo objetivos específicos y haciendo un seguimiento de su progreso.
Empieza por estimar cuánto ahorras cada mes al vivir en casa. Usa los promedios locales de alquiler para calcular cuánto pagarías si vivieras solo. Luego compáralo con lo que estás gastando actualmente.
Por ejemplo:
Ahora, crea un plan. Estás ahorrando para:
Utilice Credit.orgcalculadora de presupuestación para crear un plan que se adapte a sus ingresos y a sus objetivos. Entonces aprenda a administrar su cuenta de ahorros de manera efectiva y automatiza tus transferencias para seguir aumentando tu saldo.
Ahorrar con un propósito conduce a mejores resultados y le da la motivación para seguir con su plan.
Tu tiempo en casa debe ser algo más que cómodo, debe ser productivo. Úselo para crear hábitos que lo ayudarán a tener éxito cuando viva solo.
Estos hábitos diarios pueden ayudar a:
Incluso si aún no cubres todos los gastos del hogar, comienza a actuar como si lo estuvieras haciendo. Fija un «alquiler simulado» y transfiérelo a una cuenta de ahorros. Guarde los recibos. Practique la revisión de su informe crediticio. Empieza a crear una rutina de la que te sientas orgulloso después de mudarte.
Utilízalo para estimar los gastos que tendrás que gestionar más adelante.
No solo está ahorrando dinero, sino que está aprendiendo a administrarlo.
Una de las mejores maneras de usar su tiempo en casa es eliminar las deudas. Sin pagar el alquiler, puedes invertir más dinero en préstamos estudiantiles, saldos de tarjetas de crédito o préstamos para automóviles. Esto lo coloca en una posición financiera más sólida cuando esté listo para mudarse.
Empieza por hacer una lista de todas tus deudas:
Elige una estrategia que funcione para ti:
Haga un pago superior al mínimo siempre que sea posible. Incluso los pequeños pagos adicionales pueden acelerar tu progreso. Por ejemplo, agregar 100 dólares al mes a tus préstamos estudiantiles ahora podría ahorrarte años de pagos en el futuro.
Vivir en casa a menudo te da más libertad para trabajar en tu carrera o volver a la universidad. Con gastos más bajos, puedes invertir en tu desarrollo profesional sin preocuparte por pagar el alquiler.
Estas son algunas maneras de crecer:
Usa tu tiempo en casa para ganar experiencia. Incluso los puestos de corta duración pueden desarrollar tus habilidades y ayudarte a explorar nuevos caminos. Es posible que tus padres apoyen más estas decisiones cuando vean que utilizas tu tiempo para seguir adelante.
Vivir en la casa de tus padres siendo adulto no siempre es fácil. Es posible que te sientas avergonzado, frustrado o atrapado. Estos sentimientos son normales, pero no tienen por qué impedir que crezcas.
A continuación, te explicamos cómo lidiar con esas emociones:
No estás solo. Muchos jóvenes están haciendo lo mismo: trabajan arduamente, viven en casa y planifican un futuro mejor.
Recuerda por qué tomaste esta decisión. Ahorrar dinero, lograr la independencia y construir un futuro ya vale la pena.
El tiempo que pase en casa también puede ser una oportunidad para mejorar la relación con su familia. Demostrar que eres responsable, considerado y comprensivo puede ayudar a restablecer la confianza y la comunicación abierta.
Formas de construir relaciones más sólidas:
Si forma parte de un hogar multigeneracional, el apoyo puede ir en ambos sentidos. Es posible que puedas ayudar a un pariente mayor con las tareas diarias o brindarle compañía. Estos pequeños actos son de gran ayuda y ayudan a que toda la familia funcione mejor.
Con el tiempo, estarás listo para partir. Crea un plan sobre cómo será esa mudanza.
Empieza por establecer una meta:
Si su meta es comprar su propia casa, aproveche este tiempo para mejorar su calificación crediticia e investigar programas de asistencia para el pago inicial. Para obtener más información, visite.
Fija una fecha límite para la mudanza, incluso si es flexible. Tener un cronograma te mantendrá concentrado y motivado.
¿Necesitas ayuda para empezar? Usa nuestro guía para el establecimiento de objetivos financieros para aclarar sus prioridades y crear un plan viable
He aquí un ejemplo: Carlos, de 27 años, regresó a su casa después de perder su trabajo. Tenía una deuda de 12 000 dólares en tarjetas de crédito y 20 000 dólares en préstamos estudiantiles. Durante 18 meses, trabajó a tiempo completo, pagó todas sus tarjetas de crédito y ahorró 10.000 dólares.
También usó el tiempo para aprender a cocinar, arreglar su crédito y encontrar una nueva trayectoria profesional. Cuando se mudó, no estaba estresado, estaba preparado.
Esta etapa de tu vida no durará para siempre. Pero la forma en que lo usas es importante. Vivir en casa puede:
No estás atrapado. Estás sentando las bases para lo que viene después.
Para muchos adultos jóvenes, volver a vivir con sus padres no es solo una decisión financiera, sino también emocional. Tal vez tu situación laboral cambió, tus planes no funcionaron o simplemente necesitabas ahorrar dinero. Eso está bien. Pero también está bien admitir que es difícil.
Puede que sientas que te estás quedando atrás. Puede dañar tu confianza o afectar la relación con tu familia. Por eso es importante crear un espacio para conversar, no solo sobre el dinero, sino también sobre los sentimientos.
Empieza con algo pequeño:
Vivir en casa no significa que hayas fallado. La realidad es que muchos adultos están haciendo lo mismo y están encontrando el camino a seguir. Siempre hay esperanza cuando eres honesto contigo mismo y das pequeños pasos para crecer.
Los hogares multigeneracionales son más comunes que nunca. De hecho, los datos recientes muestran que millones de adultos jóvenes ahora viven con sus padres u otros familiares. Pero el hecho de que compartan un techo no significa que compartan el mismo estilo de vida o expectativas.
Para que esta configuración funcione:
No esperes a que el conflicto provoque una conversación. Siéntese con su familia y acuerde cómo gestionar las tareas domésticas, las cuentas y los momentos de tranquilidad. Usa ejemplos reales de tu vida diaria para simplificar las cosas.
Vivir con los padres no significa renunciar a la independencia. Se trata de cooperar, comunicarse y demostrar que estás preparado para la siguiente fase de la adultez.
No necesita cubrir el alquiler para demostrar que es financieramente responsable. Muchas familias solo quieren ver a sus hijos adultos esforzándose.
Estas son algunas maneras sencillas de ayudar:
Si tienes un trabajo o una actividad secundaria, crea un presupuesto simple que incluya tu parte de los gastos del hogar. Demuestra que piensas a largo plazo, no solo en ir a la costa.
Recuerda que el objetivo no es solo ayudar, sino demostrar que estás avanzando.
La parte más difícil de volver a vivir en casa puede que no sea el espacio, sino la dinámica. Es posible que tu madre o tu padre aún te vean como un adolescente, no como un adulto. Ahí es donde los límites claros y las nuevas rutinas pueden ayudar.
Prueba esto:
Poco a poco, cambiarás la relación. Mantén la calma, el respeto y la proactividad. Incluso una conversación real sobre las expectativas puede cambiarlo todo.
Vivir con los padres no es fácil, pero puede funcionar, especialmente si ambas partes lo consideran temporal y centrado en el crecimiento. Cuanto más te hagas cargo, más rápido llegarás a donde quieres estar.
Vivir con los padres ofrece a los adultos jóvenes una oportunidad única de reiniciarse, generar confianza y ahorrar dinero. En un hogar multigeneracional, el respeto, la planificación y la cooperación son fundamentales. Ya sea que tengas deudas estudiantiles, trabajes a tiempo parcial o regreses a la universidad, puedes sobrellevar el estrés y seguir adelante. Muchas personas se dan cuenta demasiado tarde de lo valioso que puede ser este tiempo. Agradezca el apoyo, establezca límites que funcionen y concéntrese en construir su futuro. Paso a paso, te preparas para tu propia casa y para una vida más sólida por delante.
¿Necesitas ayuda mientras elaboras tu plan? Credit.org puede ayudar.
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