Es normal sentirse estresado cuando el dinero de su cuenta parece desaparecer tan pronto como llega. Muchos hogares viven de cheque en cheque, haciendo malabares con las cuentas y tratando de llegar a fin de mes. Si eso lo describe, no está solo. Las familias de todo Estados Unidos enfrentan la misma lucha, y la buena noticia es que hay medidas prácticas que puede tomar para hacer la vida más llevadera. Mejorar su salud financiera comienza con cambios pequeños y constantes.
Esta guía está aquí para ayudarlo a entender su presupuesto, encontrar maneras de cubrir los gastos adicionales y crear un pequeño colchón para el futuro. Piense en ello como una conversación de apoyo con un asesor financiero. Aprenderás a administrar los costos de la vivienda, a gestionar las facturas repentinas y a empezar a establecer metas financieras que se ajusten a tu situación.
¿Cuántas personas viven así ahora mismo? Según la Reserva Federal, casi dos tercios de los estadounidenses dicen que tendrían dificultades para cubrir un gasto inesperado de 400 dólares. Esto significa que millones de familias equilibran cuidadosamente los ingresos de sus hogares cada mes, a menudo sin que les quede nada.
Vivir de cheque en cheque no significa que seas irresponsable; simplemente refleja lo altos que se han vuelto los gastos. Desde el aumento del alquiler hasta el costo de los alimentos, los hogares de todo el país están bajo presión. Al observar las cifras, puede ver que está lejos de estar solo, y eso debería tranquilizarlo un poco.
Fuente: Encuesta de la Reserva Federal sobre el bienestar económico de los hogares estadounidenses
Vivir de cheque en cheque significa que ya se habla de cada dólar de sus ingresos. Las facturas, los pagos de deudas, los alimentos, el alquiler y otros costos no dejan espacio para ahorrar. Si de repente aparece la pérdida de un empleo, una factura médica o la reparación de un automóvil, puede parecer imposible mantenerse a flote.
Imagina estar sentado en la mesa de la cocina con una pila de billetes. El alquiler está vencido, el pago de los servicios públicos está atrasado y el saldo de su tarjeta de crédito aumenta con los intereses. Barajas los sobres tratando de decidir cuál pagar primero. Ese momento captura el estrés de la vida de cheque en cheque.
Algunas de las razones más comunes por las que esto ocurre son:
Puede que te sientas atrapado en un ciclo, pero con el plan correcto, hay una manera de avanzar.
Tenemos muchos artículos para personas en esta situación, pero este es un buen punto de partida: No puedo pagar mis facturas: priorizar sus facturas mensuales
Para muchas familias, el alquiler es el mayor gasto mensual. Los costos de la vivienda pueden consumir entre el 30 y el 50 por ciento de los ingresos del hogar, dejando poco espacio para otros elementos esenciales. Agregue los gastos de los servicios públicos, la familia y la vivienda, como el cuidado de los niños o las reparaciones, y es fácil ver por qué los fines no siempre llegan a fin de mes.
Los hogares de bajos ingresos suelen gastar mucho más del 30% de sus ingresos en alquileres. La presión sobre el gasto de estos consumidores hace que conseguir suficiente dinero para casi todos sus gastos cruciales sea un enorme desafío.
Si tu alquiler parece inasequible, no te lo estás imaginando. En todo el país, los precios de las hipotecas y los alquileres han subido más rápido que los cheques de pago. Eso significa que más hogares se ven obligados a estirar cada dólar solo para mantener un techo sobre sus cabezas.
Afortunadamente, existen recursos diseñados para ayudar a:
Incluso si no calificas para todos los programas, explorar estos recursos puede aliviar un poco la presión sobre tu presupuesto y hacer que sea más fácil mantenerte al día con otras facturas.
Cuando se siente atrapado en un ciclo de cheque a cheque, puede parecer que no hay salida. Pero romper el ciclo no ocurre de la noche a la mañana; ocurre en pasos pequeños y constantes. Piense en ello como aprender a cambiar de marcha en un camino difícil.
Paso 1: mapea tu flujo de caja
Comience por anotar sus ingresos, gastos mensuales y hábitos de gasto. Observe las cifras, aunque le resulten incómodas. Usa tus estados de cuenta bancarios para calcular exactamente a dónde va tu cheque de pago. Cuando tienes los datos a tu disposición, es más fácil detectar las filtraciones.
Paso 2: Primero reduzca los gastos no esenciales
Busca suscripciones, servicios o extras que puedas pausar. Incluso 25 dólares aquí y 40 dólares allá suman. Los gastos no esenciales pueden no parecer grandes de forma individual, pero juntos liberan espacio en su presupuesto.
Paso 3: Reduzca los gastos más grandes
Después de recortar las cosas pequeñas, concéntrese en las cosas más grandes: vivienda, alimentos, pagos y servicios públicos. Esto podría significar negociar el alquiler, planificar las comidas o llamar a los proveedores de servicios para preguntarles sobre los planes de menor costo.
Si se enfrenta a una verdadera emergencia, comience con Presupuesto 911, un curso rápido que ayuda a estabilizar su situación rápidamente. A partir de ahí, puedes desarrollar habilidades con Presupuesto 101 y profundiza con El poder de la planificación de cheques de pago, que le enseña a administrar el dinero en efectivo.
Uno de los mejores escudos contra el estrés financiero es un fondo de emergencia. No necesitas miles de dólares para empezar; incluso ahorrar 20 o 50 dólares puede evitar que vuelvas a endeudarte cuando la vida te dé una sorpresa.
Un primer objetivo realista es gastos de un mes. Piense en lo que se sentiría si tuviera el dinero en efectivo para cubrir el alquiler, los alimentos y las facturas sin depender de las tarjetas de crédito. A partir de ahí, puede ir aumentando lentamente hasta los dos o tres meses.
¿Dónde debe guardarlo? Una simple cuenta de ahorros o una cuenta del mercado monetario es un lugar seguro. La automatización de las transferencias, incluso las pequeñas, hace que ahorrar sea menos difícil.
Para obtener ideas, consulte el consejo de la CFPB sobre hacer que el ahorro sea automático. También puedes explorar Metas financieras: ejemplos y consejos para conectar sus ahorros de emergencia con una visión más amplia.
No importa qué tan cuidadosamente planifique, siempre parecen aparecer gastos adicionales. Un pinchazo, una visita al médico o una excursión escolar pueden desequilibrar tu presupuesto. Cuando ya vives de cheque en cheque, estos momentos se sienten abrumadores.
Comience con lo básico:
La meta no es la perfección, es el progreso. Con el tiempo, su fondo de emergencia se convertirá en la herramienta que utilizará para hacer frente a estas sorpresas en lugar de recurrir a nuevas deudas.
Para obtener ideas prácticas de ahorro, consulte 29 consejos para comprar alimentos. Los cambios simples en el supermercado pueden liberar dinero para lo inesperado.
Si los costos de la vivienda están consumiendo su presupuesto, busque ayuda lo antes posible. Incluso los pequeños cambios en el alquiler pueden marcar una gran diferencia en cuanto a cuánto puede ahorrar.
Estos son los recursos que vale la pena explorar:
No asumas que no vas a reunir los requisitos. Muchas familias se sorprenden al enterarse de que su nivel de ingresos alcanza el límite para recibir ayuda. Incluso si no lo hace, puede encontrar ayuda con los servicios públicos, la comida u otros gastos del hogar que puedan liberar dinero para pagar el alquiler.
Reducir los costos es solo una cara de la ecuación. Encontrar formas seguras de aumentar los ingresos puede ayudar a liberarse del ciclo de cheque en cheque.
Opciones a tener en cuenta:
Si está buscando trabajo, visite USA.gov recursos laborales para ver anuncios y consejos actuales. Tenga cuidado con las «oportunidades» que requieren dinero por adelantado. En caso de duda, aléjese. Un salario seguro siempre vale más que una promesa arriesgada.
La deuda es una de las cargas más difíciles cuando vives de cheque en cheque. Los intereses se acumulan rápidamente y el ciclo de la deuda comienza cuando los nuevos préstamos cubren las facturas antiguas.
Para evitar que la deuda se dispare:
Si sus saldos parecen inmanejables, considere Programas de gestión de deudas. Estos programas pueden reducir las tasas de interés y combinar los pagos en un solo plan.
La FTC también tiene una guía clara sobre cómo salir de la deuda. Conocer sus opciones hace que sea más fácil elegir el camino que se adapte a su familia.
Cuando estás al límite, la planificación a largo plazo puede parecer imposible. Sin embargo, establecer metas financieras pequeñas y a corto plazo puede restablecer la sensación de control.
Por ejemplo:
Estas pequeñas victorias generan impulso. Con el tiempo, podrás establecer metas a medio plazo, como el pago inicial o los ahorros para la jubilación. La clave es empezar desde donde estás.
Ver Metas financieras: ejemplos y consejos para obtener orientación sobre cómo configurar metas que se adapten a su vida.
Es fácil preguntarse: «¿Qué alquiler puedo pagar realmente?» Una regla simple es mantener los costos de la vivienda por debajo del 30 por ciento de los ingresos de su hogar.
He aquí un ejemplo:
Si su alquiler es más alto que esto, es posible que se encuentre en lo que se denomina una situación de «carga de alquiler». Usa tu presupuesto para estimar qué parte de tu salario se destina a la vivienda y luego compárala con otros gastos.
Este sencillo cálculo le brinda un punto de referencia claro, lo que le ayuda a decidir si buscar ayuda, mudarse o renegociar los términos con el arrendador.
Se necesita valor para admitir cuando se necesita apoyo, pero hacerlo antes puede evitar problemas financieros más graves. Hay recursos disponibles para ayudarlo a cubrir el alquiler, administrar sus deudas y construir un futuro financiero más sólido.
Estos son los servicios a los que puede acudir:
También puedes usar el Localizador de asesoramiento de vivienda del HUD para encontrar un asesor de vivienda certificado cerca de usted.
Recuerda que pedir ayuda es una señal de fortaleza. No tiene que cargar solo con el peso de las facturas, las deudas y el alquiler. Con el apoyo adecuado, puede recuperar el control y crear espacio para volver a respirar.